Hablar con Jesús XX
[0] Hablar con Jesús.
[1] Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.
[2] Te adoro con profunda reverencia, que pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de gracia.
[3] Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.
[4] Hoy Jesús se enfada porque le prohibimos a los niños acercarse a Él.
[5] Porque le prohibimos a los niños ser espontáneos con Jesús.
[6] Seguro te he contado ya esta anécdota.
[7] En el colegio, una profesora que con un grupo de niñas...
[8] muy pequeñas, muy pequeñitas, les dice varias veces, bueno, en el oratorio, silencio.
[9] Acuérdense que en el oratorio se hace silencio.
[10] Y que en la puerta del oratorio hay un ángel que se llama el ángel del silencio, que nos recuerda que debemos hacer silencio.
[11] Y eso se los dijo varias veces.
[12] Y yo no podía desautorizar a la profesora, lógicamente.
[13] Entonces sí les dije que los iba a acompañar.
[14] Y entré con ellos al oratorio y efectivamente, Señor, lo hicieron con mucho silencio, con mucho recogimiento.
[15] Pero cuando ya estaban de rodillas, una niña empezó a decir en voz alta, Jesús, gracias por estar aquí.
[16] Estamos muy contentas.
[17] Y te queremos mucho.
[18] Y en ese instante todas las compañeritas la callaron.
[19] Yo me giré para mirar quién era.
[20] Pero no la identifiqué porque estaba más adelante.
[21] Entonces se confundía un poco entre sus compañeras.
[22] Y luego le pregunté a la profesora quién fue la niña.
[23] Me dijo, tampoco sé.
[24] Y hasta el día, señor, no sabemos quién fue esa niña.
[25] Pero yo muchas veces recuerdo esto cuando entro al oratorio y te veo escondido en el sagrario.
[26] Te digo, Jesús, gracias por estar aquí.
[27] Estoy muy contento y te quiero mucho.
[28] Bueno, el evangelio de la misa de hoy.
[29] Marcos.
[30] En aquel tiempo le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
[31] Al verlo, Jesús...
[32] se enfadó y les dijo, dejad que los niños se acerquen a mí.
[33] No se lo impidáis.
[34] No se lo impidáis.
[35] Jesús, ahí está.
[36] Tu indicación, tu mandato imperativo, tu sugerencia, no se lo impidáis a los niños.
[37] No se los podemos impedir.
[38] Y pienso, En el bautismo y en la primera comunión.
[39] ¡El bautismo!
[40] Qué bueno sentir el eco, Señor, de tu alegría en cada bautismo.
[41] En cada niño o niña que se acerca al sacramento del bautismo, acompañado por sus padres, por sus padrinos, la alegría de Jesús.
[42] cuando se celebran esos bautismos.
[43] Qué bueno repetirle a los padres que esa misma alegría experimenta Jesús en cada bautismo.
[44] Pero dice el Evangelio que los discípulos los regañaban y que Jesús se enfadó.
[45] Pues Señor, puede haber personas que quieran robarte a los niños.
[46] Del bautismo.
[47] De tus brazos en el bautismo.
[48] No, pues es muy chiquito.
[49] No lo bautices todavía.
[50] Espera que haga buen clima.
[51] Piensa en la fiesta que vas a hacer con toda la familia.
[52] Mejor dicho, que él decida si se bautiza más adelante o no. Cuando sea mayor.
[53] Pero tú cómo lo vas a obligar a bautizarse.
[54] Bueno, pues entonces que también decidas y come.
[55] Del pecho de su mamá, si se alimenta del pecho de su mamá, o si quiere un pernil asado, o una compota, ya así de chiquitico.
[56] Que él decida.
[57] O sea, si no decide, pues entonces no lo alimentes.
[58] Bautizar rápido a los niños y a las niñas.
[59] No privar a los niños de esa alegría.
[60] Y no privar a Jesús de esa alegría.
[61] Señor, la primera comunión.
[62] O la comunión, no solo la primera, sino la comunión.
[63] La primera, con la primera no hay lío.
[64] Porque los niños tienen una gran ilusión, los papás también.
[65] Pero el problema viene después.
[66] El problema viene para que los papás lleven a sus hijos a la misa los domingos.
[67] Dentro de poquito daré una charla a los papás de las niñas que hacen la primera comunión.
[68] ¿Cómo hago Jesús?
[69] ¿Cómo hago?
[70] ¿Qué les digo?
[71] para tratar de convencernos una palabra que me guste mucho, porque aquí no se trata de convencer a nadie, pero sí de dar razones que convenzan a los papás de llevar a sus hijos a la misa los domingos.
[72] Recuerdo un niño, cuando trabajaba en un colegio de chicos, que se acercó preocupado a decirme, oye padre, estoy pensando en no hacer la primera comunión.
[73] Y yo, ¿cómo así?
[74] ¿Por qué?
[75] Si antes estabas todo ilusionado, ¿qué pasó?
[76] Y entonces me dijo muy serio, es que mis papás no van a misa los domingos.
[77] ¿Y yo para qué voy a hacer la primera comunión si yo no puedo ir a recibir a Jesús los domingos?
[78] Y el niño preocupado, ¿no?
[79] Señor, no le impidamos a los niños acercarse a ti.
[80] Y hay que ser creativos también para que los niños puedan disfrutar de la misa, esperar la misa, ansiar la misa los domingos.
[81] Si en una casa se vive con naturalidad la misa los domingos, los niños la van a tomar como parte del plan del domingo.
[82] Pero claro, si a los niños solamente les decimos que el domingo van a ir a jugar y que solamente va a haber juegos y juegos.
[83] Me acuerdo una vez, celebrando la misa, un niño dice en voz alta, yo no quiero misa, yo quiero ir a jugar.
[84] Yo me reí y lo entendí perfectamente.
[85] Estuve de su parte.
[86] No es que lo haya fulminado con mi mirada y haya fulminado a sus papás.
[87] Los entendí perfectamente.
[88] ¿Qué quiere un niño a esa edad?
[89] Pues jugar.
[90] Pero qué bueno que los papás vayan preparando a su hijo o a sus hijos para que sepan que primero la misa.
[91] Y que se va a vestir así, elegante, que su mamá lo va a peinar bien porque van para misa.
[92] Y que tiene que estar recogido y en silencio.
[93] Y que hay que llegar rápido para ponerse en un lugar preciso.
[94] Señor.
[95] Que no le impidamos a los niños acercarse a ti, que los preparemos, que los acompañemos, que les demos ejemplo, para que ellos vean en nosotros ese deseo de estar junto a ti, de recibirte en la comunión.
[96] Que vean a sus papás, después de comulgar, que se ponen de rodillas, que os dieran los ojos, que rezan.
[97] Que cuando termina la misa, esperan un momento, porque quieren acompañar al Señor un momento.
[98] Y están rezando y hacen la visita al Santísimo.
[99] y se levantan y miran a la Virgen con cariño.
[100] Y le dicen al niño y a la niña, tírale un beso a María, tírale un beso a Jesús.
[101] Acuérdate de hacer la genuflexión, de ponerte de rodillas cuando pases delante del Santísimo.
[102] Todo eso los niños lo aprenden de chiquitos y eso no se les va a olvidar jamás.
[103] Bueno, Señor, terminamos este rato de oración acudiendo a la Virgen Santísima.
[104] Pensaba también, no impidáis a los niños acercarse a la Virgen.
[105] Y te cuento una última anécdota.
[106] Estaba dando una plática a los niños, no fue en el colegio de niñas, sino de niños, y les enseñé la palabra exacta con la que Jesús llamaba a su padre, Abba, que eso viene en las Escrituras.
[107] Y les hablé un poco de la filiación divina, de tratar al Padre, de sabernos hijos delante de Dios.
[108] Entonces les dije, a ver, ¿cómo llamaba Jesús a su papá?
[109] Y todos los niños repetían, Abba, Abba.
[110] Y claro, varias veces, Abba, Abba.
[111] Bueno, terminó la plática y ya los niños se fueron.
[112] Yo me quedé en el oratorio, sentadito o de rodillas, no sé.
[113] Y me acercó un niño y me dijo, Padre, te quiero preguntar una cosa.
[114] Si Jesús llamaba...
[115] A su padre, Abba.
[116] ¿Cómo llamaba a su madre?
[117] Señor, yo no sabía.
[118] Y no podía ser deshonesto e inventarme.
[119] No, Jesús llamaba a su mamá, Amá.
[120] No, Amá se le llama a la mamá en mi tierra, en Antioquia.
[121] Amá, Amá, Amá, venga para acá, Amá, necesito esto, Amá, quiero esto.
[122] No, yo no le dije nada al niño, le dije, pues no lo sé, voy a preguntar.
[123] Y te averigüe y te digo.
[124] Y lo averigüe, lo pregunté y en hebreo mamá se dice Inma.
[125] Así como padre se dice Abba, madre se dice Inma.
[126] Pues que no le impidamos a los niños tampoco tratar a la Virgen.
[127] Ponerles una imagencita en su habitación.
[128] Recordarles que es nuestra Madre del Cielo.
[129] Encomendarnos a ella, rezar las Avemarías, rezar las oraciones a la Virgen, el Ángelus al mediodía o el Regina Cheli cuando llega la Pascua.
[130] Bueno, madre mía, acudimos a ti y contemplamos esa mirada tierna, cariñosa que tienes, especialmente hasta los niños pequeños.
[131] Te doy gracias, Dios mío, por los buenos propósitos, afectos e inspiraciones que me has comunicado en este rato de la sien.
[132] Te pido ayuda para ponerlos por obra.
[133] Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.